La Etología es la ciencia que estudia el comportamiento normal de los animales en libertad.

Debido a la domesticación, los perros y gatos conviven con nosotros en nuestros hogares y formamos parte de la misma familia. Y ello les conduce en muchos casos a sufrir problemas derivados de una convivencia, en este caos interespecie.

La mayoría de estos problemas de comportamiento se basan en la falta de entendimiento entre nuestra especie y las de ellos. Convivimos con animales, nos beneficiamos de su compañía, pero no comprendemos cómo se comportan y por qué, no conocemos sus necesidades físicas, psíquicas y emocionales. Ignoramos que si nos esforzáramos por entenderlas, disfrutaríamos mucho más con ellos.

Para aprender a comprenderlos y a escucharlos está la Etología y para llevar esta ciencia hasta las familias estamos los veterinarios especialistas en etología clinica o medicina veterinaria del comportamiento.

«La etología es un animal de cuatro patas que, para avanzar, necesita mover de forma coordinada sus cuatro extremidades. Si una de ellas se queda inmóvil, corre el peligro de moverse reiteradamente en círculo en torno a un mismo punto» (Marian Dawkins, 1989)

Algunos de estos problemas que nos encontramos de manera más frecuente en la clínica del comportamiento son los siguientes:

  • Agresividad hacia los miembros de la familia o hacia desconocidos.
  • Destructividad.
  • Eliminación inadecuada.
  • Trastornos por la separación del tutor.
  • Vocalizaciones excesivas.
  • Miedos y fobias.
  • Ansiedad.
  • Falta de control en el paseo y en el juego.
  • Hiperactividad.
  • Conductas repetitivas.
  • Marcaje con orina o con las uñas.

Para solventar estas situaciones, la ciencia de la Etología aparece como la herramienta que nos ayuda a comprender a nuestro animal de compañía, ya se trate de un perro o un gato, y a entender cuál es el origen de su comportamiento, las causas que crean esa situación y las acciones que debemos emprender para ponerle fin de manera que podamos disfrutar mucho más de ellos y de nuestra vida en común.

De ello se encarga la Etología clínica. El tratamiento no es posible sin un diagnóstico previo. Los problemas de conducta pueden ser el reflejo de un problema orgánico subyacente, por lo que es fundamental el diagnóstico veterinario para poder conocer qué es lo que ha llevado al animal a estar así y cómo solucionarlo.

No existen remedios mágicos, no hay trucos, los problemas de comportamiento no se solucionan en un día ni en una semana. Hace falta trabajo, implicación y ganas.

El etólogo veterinario y el educador canino deberían formar siempre un binomio, un equipo de colaboración muy unido en el que cada profesional realiza el trabajo que le corresponde y el gran beneficiado siempre es el cliente y su animal. De esta manera, el etólogo veterinario es el encargado de llevar a cabo la consulta de comportamiento, hacer un diagnóstico y de plantear un protocolo de tratamiento, y este es ejecutado por el educador.

Centramos el trabajo diario en la prevención basándonos en la información y el asesoramiento de las familias; el diagnóstico veterinario, a través del cual conocer qué ha llevado a animal a la situación en la que se encuentra y el tratamiento con el que vamos a conseguir ese cambio que necesitamos para mejorar la convivencia y el comportamiento de nuestro amigo.

Un servicio integral que ponemos a tu disposición con un único fin: conectar especies.

Por Rosana Álvarez

Veterinaria especializada en medicina del comportamiento

En Hospital de día Veterinario Tarso llevamos años trabajando por el bienestar de tu mascota, si tienes cualquier duda o tu mascota necesita atención veterinaria, contacta con nosotros o pide tu cita.

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